El vendedor anónimo refugiado en Beirut solo tenía 8 bolígrafos de tinta azul y el cariño de su tierna hija de 4 años que lo acompañaba en esta odisea por huir de los conflictos de su país. Desde que llegó como refugiado a esta localidad deambuló por las calles intentando asegurar su tesoro más preciado, a quien cobijaba por las noches para protegerla del frío y de los drogadictos que se acercaban.
Este hombre solo tenía 8 bolígrafos y una hija muriendo de hambre... Lo que ocurrió después conmovio a todo el mundo
¿QUÉ TE PARECIO? DANOS TÚ OPINIÓN.